Serie de poemas escritos en Londres 2022-2023 por Nico Vazquez Garelly

 

 

» La estatua de Eros»

 

En mi apartamento de londres soñé (como diría Borges) con un claro laberinto.

Estaba hecho de ladrillo, 

pasillos muy estrechos,

 parques y plazas enormes.

Bocas de metro hacia ninguna parte,

arcos de cemento que se multiplican hasta el infinito,
escaleras, espejos convexos, charcos de agua.

En el centro una estatua, Eros, Dios del amor, con espada y flechas.

Mas nadie le miraba y nadie conocía el mito.

Símbolo perdido, sus flechas de amor se han perdido

ya no hay a quien le surjan efecto,
nadie mira y sin mirada no hay amor
y sin amor no hay belleza.

 

                                                                                                                    

~  EL SOLITARIO YO ~

“Al UNO no se llega mediante un salto ni tampoco sin perderse’

Alcancé la cima

Que alto estoy

Que pequeño es todo

Que silencio

Que paz

Ya no tengo miedo

Pero que solo estoy…

Bajare y empezare de nuevo

Caminare hasta llegar a praderas doradas

Campos de lavanda

Por bosques de ojos

Me andentrare por cuevas oscuras

Y al final, allare la luz al final del túnel que me lleve a la playa 

allí hallare mi destino 

El mar

De donde salí 

Y me disolvere en el

Cruzare en velero 

Mas alla del sol

Donde el horizonte dorado se torne oscuro 

Y como si de un sueño se tratase 

Me despertare de nuevo

Mas ligero, mas liviano

Y asi empezare una nueva vida 

Y saldre del mar

Y me adentrare en la cueva 

Y cruzare bosques, campos y cascadas

Llegare al pie de la montaña donde de nuevo alcanzare la Iluminada cima

Y como si de un ciclo se tratara

Repitire el viaje eterno de todo hombre 

Y me convertire en el arquetipo del viajero 

Del buscador de luz y sondeador de obscuridad.

Asi vivire de forma infinita hasta

Al final hayar otro túnel, otra via

Una chimena 

Una chimena hacia arriba o hacia abajo

Levita en el espacio

El camino que nadie ha cruzado

Las escaleras polvorientas

Es la via de escape de este viaje sin fin

Subo las escaleras una luz blanca atraviesa mis pupilas

Y aparezco a la manera de Borges

En el jardin de los senderos que se bifurcan.

Caminos diferentes me rodean 

Hago caso a la estrella de 5 puntas 

y cojo uno de los caminos o mi camino

Me lleva a un jardin familiar

Parecido al de la ciudad donde naci y crecí

Pero que raro, no hay nadie

Y como si de un cuadro de Giorgio de Chirico se tratarase 

Veo una estatua

Llega a mi mente aquella frase que dice;

“Hay mas misterio en la sombra de un hombre que camina por una plaza vacía y soleada que en todas la religiones juntas.”

Aquello me dio un sentimiento escalofriante

Ante mí, una estatua de un hombre sosteniendo una mascara

Abajo leo que es un tributo a Jacinto Benavamente

Aquel dramaturgo 

Definitivamente estoy en el jardin de mi infancia 

El Retiro

Me pongo la mascara 

¿Seguiré siendo Yo?

.

.

.

.

.

.

.

.

Hay un silencio sepulcral

Una voz diferente a la mía pregunta:

W H O     A R E       Y O U?

Y referenciado a la alicia contesto: 

he vivido tantas veces que ya no se quien soy…  He cambiado tantas veces que ya no me acuerdo

MASCARA voz: 

veo que conoces el libro

Pero tu no eres Alicia ni yo soy la oruga

Entonces… quien soy yo? 

sube a la iluminada cima y hallaras la respuesta 

Pero por allí ya he pasado infinitas veces y no he encontrado mas que melancolía y soledad. 

Y no es eso acaso lo que siempre has buscado?  

Si… pero ya no lo busco, estoy cansado.

Entonces sube de nuevo y hallaras lo que ahora estes buscando

Como es eso posible?

Lo que busques es lo que encontraras

Y como sé lo que estoy buscando?

No hace falta que lo sepas, pues el corazón es sabio y hablará por ti. 

Por mi? 

Por ti

Entonces, con mis huellas aun frescas de mis anteriores vidas, alcance de nuevo la iluminada cima. 

Tenia frio (otra vez) pero de pronto comencé a sentir calor, la estrella de cinco puntas empezó a parpadear ante mi.

Un sonido estrepidante seguido de una explosion de color atravesó mis pupilas y pude ver el azul mas puro que jamas he visto, el amarillo mas cálido que jamas he experimentado, verdes y rojos, rayas y lineas, púrpuras y magentas texturas rocosas, texturas marinas, puntos bailando y danzando, puntos anulándose y creándose, puntos dividiendose y uniéndose. Me parecío deslumbrar el tejido de lo que estaba hecho el universo, su velo, lo que esta detrás de la cortina roja (de lynch ) o verde (del mago de Oz). Me pareció verlo claro; flores y montañas, rios y venas, tornados y galaxias, fractales y glaciales, cascadas y redes neuronales. Leyes y reglas universales. Pero no las de mi cabeza, si no las del mundo. El mundo donde nací y crecí, junto a mi familia y amigos, mundo donde vi y palpe el amor, mundo donde vi y palpe el odio, la amistad, la bondad, la crueldad. Puntos blancos y puntos negros luego otra vez colores.

Esa gran masa se convirtio en un circulo en vibración, ondas vibrando expandiendose y contrayendose cambiando de tonos. Un circulo y en el centro una esfera, al final una estrella de 5 puntas reflejada en mis pupilas.

Espejo, ojo, espejo

    Espejo sobre la arena de la playa 

Ojo, pupila y párpados 

Espejo sobre mi salon

Opus magnum

Me vio, le vi

El Yo

(La historia me fue revelada una mañana de diciembre en el salon de mi casa con la estrella de 5 puntas sobre mi ventana)

Socrates lo supo

La mascara tambien 

Inscrita la frase en la entrada del templo de Delfos

La cima le revelo lo que su corazón deseo.

Al pefefcto Uno y al solitario Yo.

»Conocete a ti mismo»

 

 

 

~ Narciso convexo

***Y se abren las cortinas negras***

Ese día cualquiera de ese mes cualquiera a una hora cualquiera

Mi mente imaginó

Ese día cualquiera de ese mes cualquiera a una hora cualquiera

Mi mente divagó

Deseoso de ver algún rostro, solo pude ver el mio. 

No hallaba a nadie

Todo estaba vació

Solo el sonido del tren a lo lejos sonaba

habra alguien al volante? (Me preguntaba)

Camine

Quería coger el tren para ir algún otro lugar

Sin embargo me distraje con aquellos arcos bajo el puente

En mi delirio, por ver otro rostro solo vi el único rostro conocido

El mio

Pues de un sueño se trataba 

Y en los sueños se muestra lo que uno en su día a día ve

Vacío me parecía el mundo

Seguí caminando y se hizo de noche

Halle una boca de metro

Pero no llevaba a ninguna parte

Ideas del infinito pasaban sobre mi cabeza 

Ideas sobre lo euclideo y lo fractal

Un día cualquiera de un mes cualquiera 

Mi mente divagaba

Un día cualquiera de un mes cualquiera 

Mi mente imaginaba

 Era aquellos años

Donde encarcelado estaba

Aquel año donde solo pude ver un rostro conocido, 

El mio

 

~ Los Cuatro Elementos 

 

I

Trueno de madera

Fractal de porcelana

Huella del infinito

Elemento sin forma

Inpredicible 

Oscuro y bello

Sublime potencia aterradora y creadora.

Que ahora me atormenta y fascina.

Poseerte sería un suicidio.

II

Onda o partircula 

Elemento purificador 

Hipnotizador 

Tremendamente escaso

Creador de vida 

Droga de seres vivientes

Contemplarte calma mi espíritu

III

Elemento invisible 

Refrescas y acaricias

Oído y tacto 

Ligero viajas 

campos serenos silbas.

Tu canto un sueño

Acto en vano querer atraparte.

IV

Aire visible 

Rojo poderoso 

Intimida el verte 

Más mis ojos eres deleite

Destructor de mundos 

Y purificador en violencia

Prefiero apagarte para en mi corazón contenerte.

 

»La concha»

 
 

Debajo de un puñado de millones de arena halle la ejecución de una idea.

No era cualquier idea, si no la idea de lo inagotable, la idea de lo innumero e incalculable.

De lo ilimitado y eterno.

La idea de lo inmesurable e inabarcable.

Fuera del espacio y el tiempo, la consa en si era.

La Espiral

Huella del infinito.

»La Playa»

 
 

Desperte en la playa

Ante mi el infinito vaivén de olas 

sobre mi el infinito desierto de granos de arena.

No sabia si estaba vivo o muerto.

 .     .    .

Pasaron varias lunas y soles

No tenia ni sed ni hambre

 .     .    .

Un día la marea me trajo un prisma,

Otro dia me trajo una esfera.

Mas tarde encontré un espejo circular y un cuadro rectangular.

Tenia un pequeño gabinete de objetos exóticos; conchas y algas marinas tambien…

 .     .    .

Vi la naturaleza con sus formas irregulares y rugosas

Después

 El prisma con sus formas regulares y pulidas 

Esto debe ser la idea pensé 

Y esto debe ser la ejecución de la idea…

Y cogiendo el prisma pronuncie:

Prisma, Oh Triángulo!

instrumento de luz, 

déjame ver las cosas a través de ti, enseñame tu luz y color

Azul verde rojo

Arco iris del blanco

Descompon la realidad

Y llenala de matices.

Me transporto a una colina de espejos 

y atrapado en mi reflejo 

Rompí el espejo

Fragmentado 

Reflejó texturas marinas, texturas rocosas, subatómicas que se convertian en rocas y conchas marinas.

Texturas celestes y marinas aparecían en el espejo, que se convirtio en el prisma.

»Omnisciencia»

 .     .    .

Ahora tu esfera!

Bola de cristal!

La más pura de todas las formas…

Sin principio ni fin

Lo que está arriba lo pones abajo

Muéstrame el pasado, presente y futuro 

del universo creado.

La esfera me llevo a tierras lejanas

Vista de pajaro

Vista de tigre

Vista de pez

»Omnipresencia»

 .     .    .

Lo entendí!

Solo me faltaba uno!

pasaron lunas y soles

Espere y busque

Y no lo encontré 

El mar tampoco lo trajo…

Aquella forma

El cubo.

                                                               »El bosque»

 

Por un bosque de álamos me adentré.

Desde lo alto el sol brillaba, los rayos bañaban
y desde los troncos, aquellos ojos me miraban.

El sonido del viento, las hojas,
y los rayos de luz danzaban.

El resplandor y el sonido,
como olas de mar, rumiaban.

Sentí que yo era parte de aquel plan o danza cósmica.

Sentí cada una de las hojas, sus raíces…
Todo giró 

Una gran bola de luz se formo, cerré los ojos.

Estalló!

Desperté, pero me dio la sensación de seguir soñando…
Me levanté y ande. Entonces supe que había abierto los ojos,
yo era aquellos árboles, y mi alma liberada (entre todas las otras) sumaba las mil y
una almas, del bosque de los mil y un ojos.

~ L A   F L O R ~

 
 

 En un vasto paisaje

El hombre yerra y cuida de una flor.

Cada día recorre ciertas millas para llegar al mar, el número no importa.

Podría vivir en la orilla, pero prefiere compartir el agua. 

A su alrededor, sepulturas de arena.

Delicado como la rosa, vierte el agua sobre el tallo (el número exacto no importa).

La arena alrededor se ablanda y en apenas unos minutos, el sol la arena seca.

El hombre entiende a la rosa.

Ambos comparten espacio y tiempo.

La rosa le brinda su color y el hombre su agua.

La rosa no habla, pero el hombre comprende lo que dicen las cosas sin voz.

                                                                                                                 .     .    .

En otro tiempo y en otro espacio,

Un hombre cansado riega su vasto jardín.

Mira indiferente a sus flores.

No sabe que existió, existirá o existe un hombre al que solo una flor le queda.

Un día decide no regarlas; ya que otros asuntos le ocupan. 

Pasaron días (el número exacto no importa) y sus flores muriendo una a una.

El hombre, sin darse cuenta, iba perdiendo el rojo y el azul

el verde y el morado

el celeste y el índigo

 el amarillo y el naranja

 el púrpura y el turquesa

 el esmeralda y el carmesí.

A su alrededor quedo ladrillo y rejas.

  .     .    .

Mientras tanto,

 el otro no sueña con un campo lleno de flores, pues nunca ha visto otra flor que no sea del color de su rosa.

Pero esa noche, Dios le envía un sueño.

En ese sueño, se le aparece un desierto infinito de flores.

Fascinado, descubre el azul y el verde, 

el morado y el celeste

 el índigo y el amarillo

el naranja y el púrpura

el turquesa y el esmeralda

 el rosa y el carmesi…

El hombre, llora de belleza! 

Corriendo va al mar

 Intentar regarlas a todas.

Pero las flores una a una empiezan a morirse.

riega y riega

El hombre extraña a su rosa

  Agotado se desmaya 

Y despierta junto a su rosa.

  .     .    .

El sueño acabó y el otro hombre (al otro lado de las rejas) 

que lo ha visto todo, va al desierto.

Allí cava un hoyo y planta una semilla

La semilla es él! 

Y lo que brota es la flor que él mismo cultiva.

¿De que color la rosa cuida?

Si una rosa es la que cuida.

 

                                                       »Campos de trigo»

El sol va secandome poco a poco

El viento sopla y con el aire me muevo

Soy uno mas

El trigo

poco a poco me da vida

poco a poco me la quita

Aquel Sol que aun cálido es frio.

 

 

»La Llave»

 

Aparecí en una casa vieja.

No recordaba cómo había llegado hasta allí.

A veces, en los sueños, uno simplemente aparece.

Olía a la casa de mis abuelos.

Cauteloso, fui subiendo las escaleras.

Sabía que un símbolo me esperaría arriba.

.

.

.

.

Había subido unas 15 plantas, pensé…

.

.

Después…

.

.

Había subido 60 plantas, pensé…
.

.

.

.

Seguí subiendo, pero siempre había una escalera más.

Desesperado, me senté en la escalera.

Recordé una vez que tuve un sueño donde aparecía una máscara, justo cuando me sentía perdido.

¿Me pregunto si estaba perdido?

Creo que sí.

Estaba atrapado en estas escaleras sin sentido.

Entonces, la máscara me habló de una habitación con un reloj roto y un espejo, una planta más arriba.

«Sigue subiendo», me dijo.

«Qué típico», pensé, «¿un reloj y un espejo como símbolo?»

Subí una planta más y apareció un pasillo.

Al fondo, la habitación con el reloj roto y el espejo.

A mi derecha se veía un hilo de luz debajo de otra puerta,

pero estaba cerrada.

Necesitaba una llave.

¿Dónde encontrarla?

A mi izquierda, una puerta entreabierta.

La abrí.

Llegué a otro pasillo.

Al fondo, vi a un niño jugando a una consola.

Había también un conejo y una televisión de tubo antigua.

Recordé que yo también tuve un Nintendo, un conejo blanco… y una televisión de tubo de mi abuelo.

Todo parecia extrañamente familiar.

Mirando al ninio

No supe si lo estaba soñando yo a él o él me estaba soñando a mí.
.
.
.
.
.
.
.
.
.

Estaba en un castillo.

Crucé una puerta con una estrella.

Al final había un cuadro de una princesa,

el cual atravesé.

El personaje rescata a la princesa, y al final aparece una llave.

Era un hombre con gorro.

No quise molestar,

y seguí subiendo las escaleras.

Quería ver si había algo más arriba.

Pues si de un sueño se trataba, otro símbolo me esperaría.

Seguí subiendo plantas

y más plantas.

Aquello parecía no tener fin.

Cansado y desesperado, me senté.

De pronto apareció una máscara y me preguntó si estaba perdido.

Le dije que sí,

que estaba atrapado en este sueño sin sentido.

Después me habló de una habitación más arriba,

pero que estaba cerrada

y que necesitaba encontrar una llave para acceder a ella.

.

.

.

.

.

.

La puerta tenía una cerradura y no tenía la llave.

«Qué típico», pensé.

¿Y ahora dónde busco?

Bajé de nuevo a ver si había alguna llave en la habitación del reloj y el espejo,

pero no había nada.

Decidí entrar en la del niño.

.

.

.

Flashes
.

.

.

Había unzando a la consola,

una televisión de tubo sin señal

y un conejo blanco.

.

.

Ese es mi conejo, Alice.

Esa es mi Nintendo.

Y esa, la televisión de mi abuelo.

¿Acaso soy yo…? pensé.

.

.

.

En ese momento, el niño me miró.

Entonces supe que aquel niño era yo…

Y el niño me estaba soñando a mí.

Dejé de mirar al hombre mayor y seguí jugando en la casa de mis abuelos.

.

.

.

.

En el juego, encontré la llave que abre la misteriosa puerta.

 

                                                                                                                 FIN

                                           

 


 

                                                                »epilogo»

 
 

            

Estos dos años y pico han sido como un sueño, un paréntesis; el tiempo corriendo muy despacio, descubriendo nuevas culturas, lugares y experiencias, pero al mismo tiempo, muchas horas en soledad, conociéndome más (aunque sospecho que ya me conocía de antes).
 
Atrapado en un laberinto de ideas, mi imaginación desbordante no se concentra para crear algo concreto. La razón solo me indica el camino incorrecto, y mi mente divaga por abstracciones acerca de lo infinitamente microscópico y lo infinitamente macroscópico.
 

Me fijo en la luz, en cómo los rayos del sol inciden en un cristal que refleja una pequeña parte oscura de una calle solitaria, o en cómo el sol se cuela por mi ventana.

También veo las luces de los coches moverse como un río de puntos rojos y amarillos. Veo siluetas a contraluz y sombras proyectadas en el suelo por el sol.

Veo hojas que se mueven por el viento mientras las separa un sol detrás. Veo las ramificaciones de los árboles secos, que me parecen como sus raíces.

Veo una botella de vodka vacía, apoyada en un pollete, junto a 4 o 5 colillas. Veo unos zapatos de niño abandonados en mitad de la calle y unos tacones rojos.

Veo cómo las calles se estrechan y se ensanchan, se ramifican a izquierda y derecha; algunas sin salida, otras con una escalera hacia arriba.

Túneles subterráneos liminares. Faroles que alumbran su propia base. Oscuridad en la ciudad nocturna. También luces de colores en esa oscuridad; unos zapatos con luces de una niña que corre en la oscuridad. Al final de la calle, un cementerio, luego el Támesis. El reloj suena y da sus doce campanadas.

Parece el fin del mundo, silencio con mil personas alrededor. Las luces de la ciudad se reflejan en el río Támesis. Otra vez veo esos patrones multicolores; pasa un barco, crea una onda azul llena de pequeños círculos.

La ciudad esconde un gran enigma; circulos de luz, ojos, caos, laberintos y metaformosis. Intentar resolverla es tarea del poeta.  



***

A qui empieza la segunda parte de este libro, donde muesto mis pensamientos fugaces que atrapaba en la banal aplicacion de notas del iphone, no ponia ninguna fecha simplemente los anotaba sin ningun fin propio, ahora sospencho que quizas era para conversar conmigo mismo. 

recojo las notas apuntadas desde 2020 hasta el 2024. (mis anos en londres). Quizas asi con estas anotacioniones se aclare el enigma o en el mejor de los casos que fracase y el enigma perdure.

***